Lobo Mexicano

Lobo Mexicano corriendo
  • Nombre Científico: CANIS LUPUS BAILEYI
  • Clasificación: Mamíferos
  • Longitud: hasta 135 cm
  • Peso: hasta 45 kg
  • Alimentación: Carnívoro
  • Reproducción: Vivíparo

El lobo mexicano (Canis lupus baileyi) es una de las 5 subespecies de lobo gris que habitan en Norteamérica. Es asimismo la más pequeña de las subespecies, alcanzando una longitud no mayor de ciento treinta y cinco cm y una altura máxima de ochenta cm, más o menos. Los pesos cambian desde los veintisiete kg hasta los cuarenta y cinco kg.

Peculiaridades generales

El lobo mexicano es una suerte de forma y tamaño afines a las de un cánido mediano; su cuerpo es esbelto y de constitución sólida; su cabeza, estrecha y con un cráneo largo y anguloso, cuenta con orejas grandes y rectas, con punta redondeada. La cola está cubierta por pelo espeso y es, proporcionalmente, más larga que el cuerpo.
El tamaño del lobo mexicano cambia entre 1 y doce m de largo total y su altura a la cruz es de sesenta a ochenta cm, siendo los machos más grandes que las hembras.​

Canis lupus baileyi paseando

Desarrollo

Los lobos nacen ciegos y suecos tras un periodo de gestación de 65 días más o menos, por lo general nacen a lo largo de la noche. Los lobatos nacen con la cabeza redonda y proporcionalmente más grande respecto al cuerpo, lo que hace que pareciesen chatos; de orejas pequeñas y con la comisuras de los labios claras.
El periodo de apareamiento, nacimiento y desarrollo del lobo mexicano
La madre los amamanta a intervalos regulares de 5 horas. A lo largo de las un par de semanas primeras no surgen de la madriguera, ahí evacuan y la madre se hace cargo de sacar los excrementos sólidos, mientras que el padre continúa a pocos metros de la entrada. Entre los 15 y dieciocho días los lobatos abren los ojos, en este tiempo son capaces de pararse y pasear en la madriguera, pese a ello no salen.

Desarrollo de dentición

En ese tiempo se observa que los dientes incisivos afloran, y los premolares y molares carnasiales todavía continúan cubiertos por la encía; en torno a los 22 días de haber nacido los cachorros salen de la madriguera y continúan a los aledaños de ella. En este periodo se observa que los incisivos ya están expuestos mostrando los 3 lóbulos que los conforman. Los premolares carnasiales ya se exhiben, si bien la encía todavía continúa a la mitad de la pieza bucal.

Nutrición

En las etapas del desarrollo los cachorros maman poco de la madre y empiezan a ingerir comestible regurgitado por los progenitores, de forma especial de la madre. A las 4 semanas de su nacimiento la dentición ya ha emergido absolutamente y empiezan a elegir pequeños pedazos de carne, si bien los progenitores todavía les devuelven comestible. El cambio de nutrición desde leche, comestibles semisólidos (regurgitados) y comestibles sólidos (pedazos de carne) está muy relacionado con la aparición y desarrollo de las piezas bucales. Esta información ha sido derivada de una investigación sobre individuos en cautiverio de lobos mexicanos.​

Declive y extinción

Hasta tiempos recientes, el hábitat del lobo mexicano se extendía desde el Desierto de Sonora, Chihuahua y centro de México, hasta el oeste de Texas, sur de Nuevo México y Arizona central. (Nótese que recientes estudios completados por especialistas en genética patentizan que los lobos habitaban hasta el norte de Rojo). Ocuparon un rango de hábitats amplísimo, desde zonas yermas y semiáridas hasta bosques temperados. De hábitos preferiblemente nocturnos, los lobos se nutrían esencialmente de venados, berrendos, pecaríes (una suerte de cerdo silvestre), borregos cimarrones, liebres y roedores. Al llegar el siglo veinte, la reducción de sus presas naturales como los corzos ocasionó que los lobos atacaran ganado, situación que generó violentas campañas de exterminio por la parte de agencias gubernativos de los E.U., como la caza desaforada de ganaderos mexicanos.
Estos sacrificios dieron resultados, y por la década de mil novecientos cincuenta el lobo mexicano había sido eliminado en estado salvaje. En mil novecientos setenta y seis fue declarado una especie conminada, y de este modo ha continuado desde ese momento.
Dado a que los lobos han sido rechazados por los ganaderos, quienes argüían que perdían sus becerros, vacas, caballos y burros por los ataques de estos cánidos, en los años mil novecientos cincuenta hizo que se les condenara al exterminio.
A inicios de mil novecientos noventa, ciertos autores estimaban que apenas quedaban diez lobos en libertad mas no era confirmado. La población de lobos solo es de doscientos sesenta entre USA y México, en el estado de Durango se hallaron los últimos lobos salvajes y en el estado de Texas.
Está clasificado, conforme la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, como “Extinto en estado silvestre” (EW). Lo que desea decir que no hay ningún individuo viviendo en vida silvestre.
El diecisiete de julio de dos mil catorce, nació la primera camada en libertad de lobos mexicanos en México, en la Sierra Madre Occidental.​

Primer plano de el Lobo Mexicano

Restauración

Los sacrificios por la restauración del lobo mexicano empezaron entre mil novecientos setenta y siete y mil novecientos ochenta con los últimos ejemplares que se consiguieron apresar en México. A lo largo de ese tiempo fue creado el «Plan para la supervivencia del lobo mexicano» (AZA Mexican Wolf SSP) y tanto en U.S.A. de América como en México, se comenzó un programa de restauración en cautiverio donde se reproducen los ejemplares para después ponerlos en libertad.
El plan está compuesto por 3 partes: investigación, educación y una estrategia de reproducción basada en el valor genético de cada individuo, en tanto que el mayor inconveniente al que se encara el lobo mexicano, actualmente, es la carencia de variabilidad genética, puesto que todo el programa se basa en poquísimos ejemplares. Los lobos se rotan de centro en centro cada cierto tiempo para procurar atenuar esta problemática, mas esta acción no siempre y en toda circunstancia da los resultados aguardados puesto que solamente se considera el factor «genético» para estas rotaciones y muy frecuentemente se deja de lado su etología individual (comportamiento).
En lo que se refiere a la restauración, el plan busca reintroducir a los lobos en las áreas de donde fueron erradicados —de acá la suma importancia de la educación en esas zonas—. Mas ya antes, los lobos deben pasar por centros de preliberación, donde las condiciones ambientales son afines a las de la «zona de liberación» y donde el contacto humano es casi nulo.​
A fines de dos mil doce, fue estimado que por lo menos vivían 75 lobos y 4 parejas reproductoras en los terrenos de las áreas de restauración, con un veintisiete  por ciento de la población consistente en cachorros.
En dos mil catorce, es registrado el primer nacimiento de lobo mexicano en un ambiente salvaje tras la reintroducción.​
Una investigación efectuado por el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de USA, en el mes de febrero de dos mil quince, mostró una población de por lo menos ciento nueve lobos en dos mil catorce, en el sudoeste de Nuevo México y el sudeste de Arizona, lo que significa un aumento del treinta y uno  por ciento desde dos mil trece.​

Predadores

Estos pueden ser depredados por otro género de gatos mayores como los pumas y jaguares, etcétera Tambíen otro de sus predadores son los coyotes y osos. Su mayor amenaza es el humano