El suri cordillerano o bien ñandú cordillerano (Rhea pennata garleppi), es una de las subespecies que componen la especie Rhea pennata, del género Rhea, enormes y pesadas aves no voladoras exclusivas de América del Sur. Esta subespecie habita en zonas áridas o bien semiáridas del centro-oeste de Sudamérica.
Nombres vulgares
Asimismo es conocido como avestruz cordillerano, ñandú puneño, ñandú de la cordillera, ñandú petiso de la Castigue, ñandú de la Castigue, ñandú petizo de la cordillera o bien ñandú cordillerano.
Descripción
Es un ave de unos noventa a cien cm de longitud (medida entre la punta del pico y la punta de la cola) con pesos que van desde los quince a los veintiocho con seis kg. Tiene una cabeza pequeña, del mismo modo que su pico, de color pardo-córneo, el que mide entre seis,2 a nueve con dos cm. Como contraparte, su cuello y patas son largos, estás últimas le dejan lograr velocidades en carrera de hasta sesenta km/h. La parte superior de su tarso es emplumada.
Su coloración es gris pardo a castaño con jaspeado blanco. La coloración es idéntica en los dos sexos, mas las hembras son sutilmente más pequeñas. Las crías nacen con un color blanco amarillento y adquieren el jaspeado de los adultos al año; son maduros sexualmente a los dos años de edad.
Rhea pennata garleppi se distingue respecto a R. p. pennata por ser tenuemente menor, por tener patas más cortas, y enseñar una coloración más gris en lo superior, por tener más amarillento la cabeza y el cuello, y por tener largos plumones escapulares, los que, del mismo modo que las cubiertas, son más oscuros, con contrastantes ápices de color blanco (más limitados que en el taxón austral). Los juveniles acostumbran a no enseñar estas puntas blancas. El tarso tiene, en su parte frontal, de ocho a diez placas horizontales, llamadas técnicamente: escutelaciones.
El descriptor de las formas R. p. garleppi y R. p. tarapacensis apunta que las diferencias entre ellas son que la primera muestra la cabeza y cuello de un color isabelino sucio, al tiempo que en la segunda es gris ceniciento; además de esto el plumaje del reverso en la primera es pardo-grisáceo, y en la segunda es pardo-rojizo.
Distribución y hábitat
R. p. garleppi se distribuye en áreas altiplánicas y mesetas desde Perú, pasando por Bolivia, hasta el Nordoeste argentino.
En Perú
En el Perú se halla en áreas puneñas del sureste del país, en los departamentos de:
• Moquegua, en una superficie de cuatrocientos cincuenta y siete trescientos once ha.
1. Provincia de Mariscal Nieto (doscientos noventa y ocho ochocientos veintiocho ha)
dos. Provincia de General Sánchez Cerro (ciento cincuenta y ocho cuatrocientos ochenta y tres ha)
• Castigo, en una superficie de cuatrocientos cincuenta y nueve seiscientos treinta y dos ha.
1. Provincia de El Collao (doscientos ochenta y ocho trescientos cuarenta y dos ha)
dos. Provincia de Castigo (ciento nueve setecientos cincuenta y ocho ha)
tres. Provincia de Chucuito (sesenta y uno quinientos treinta y dos ha)
• Tacna, en una superficie de trescientos noventa y uno ciento quince ha.
1. Provincia de Candarave (ciento cincuenta y cinco catorce ha)
dos. Provincia de Tarata (ciento treinta cuatrocientos catorce ha)
tres. Provincia de Tacna (ciento cinco seiscientos ochenta y siete ha)
En Bolivia
En Bolivia habita en el suroeste, en los departamentos de: La Paz, Oruro, y Potosí.
En Argentina
En Argentina tiene la distribución más extensa y las poblaciones remanentes más numerosas, encontrándoselo en el nordoeste del país.
Habita en las provincias de:
• Jujuy; en los departamentos de:
1. Cochinoca,
dos. Humahuaca,
tres. Rinconada,
cuatro. Santa Catalina,
cinco. Susques,
seis. Tumbaya,
siete. Yavi.
• Salta; en los departamentos de:
1. La Poma,
dos. Los Andes,
tres. Molinos.
• Tucumán; en el departamento de:
1. Tafí del Val.
• Catamarca; en los departamentos de:
1. Antofagasta de la Sierra,
dos. Belén,
tres. Tinogasta.
• La Rioja; en los departamentos de:
1. Coronel Felipe Varela,
dos. General Lamadrid,
tres. Independencia,
cuatro. Vinchina.
• San Juan; en los departamentos de:
1. Calingasta,
dos. Iglesia,
tres. Jáchal,
cuatro. Val Fértil.
• Mendoza; en localidades del extremo nordoeste provincial (Paramillos de Uspallata, Uspallata, Yaguaraz, Puente del Inca, y cerro Pelado), en los departamentos de:
1. Las Heras
dos. Luján de Cuyo.
Falta confirmar la identidad de la población de ñandúes petisos que habita en la zona de la laguna del Diamante en el departamento San Carlos (situada a 34°09′S 69°41′O), a una altitud de tres mil trescientos msnm, puesto que podrían ser los conjuntos más australes de Rhea pennata garleppi o bien los más septentrionales de Rhea pennata pennata.
El taxón pudo haber tenido una distribución todavía mayor, a juzgar por los fragmentos de cascarillas de huevosn. encontrados en el lugar arqueológico Riachuelo Talainín dos, localizado en el campo occidental del val de Salsacate, a mil treinta msnm, cercano al rincón Cañada de Salas, en la provincia de Córdoba, con dataciones entre los mil-setecientos AP; si bien no fue posible asignarlos a la subespecie R. p. pennata o bien a R. p. garleppi.
Vive en planicies y lomadas de las mesetas del altiplano andino, zona situada en el área central de la cordillera de los Andes, como en bolsones y vales áridos a menor altura, con flora del distrito fitogeográfico del Monte de Sierras y Bolsones de la Provincia fitogeográfica del Monte, y ámbitos de la provincia fitogeográfica Prepuneña. Habita en altitudes comprendidas entre los mil quinientos y los cuatro mil quinientos msnm.
Taxonomía
Esta subespecie fue descrita originalmente por Hables Chubb en el año mil novecientos trece. Su localidad tipo es: «Esperanza, Bolivia, a cuatro mil msnm».
Ciertos autores han sugerido que los 2 taxones del norte —ambos descritos por Hables Chubb en 1913— (R. p. tarapacensis y R. p. garleppi) habrían de ser considerados una especie separada del taxón austral ( R. p. pennata), quedando R. t. tarapacensis como la subespecie habitual y R. t. garleppi como una subespecie del precedente. Asimismo se ha propuesto que R. p. garleppi pase a la homonimia de R. p. tarapacensis.
La especie en conjunto, siendo afín en aspecto y estructura al ñandú grande o bien común (Rhea americana), se la asigna al mismo género: Rhea. Para ciertos autores, sobre la base de las diferencias entre las dos especies, merecen ser consideradas como géneros independientes, incluyendo a los taxones andino-patagónicos en el género Pterocnemia, conforme la clasificación de George Grayen el año mil ochocientos setenta y uno.
Costumbres
Hábitos
Fuera de la estación de cría, viven en conjuntos de cinco a treinta aves, de diferentes sexos y edades.
Nutrición y depredadores
Su dieta se fundamenta eminentemente de hojas de arbustos, y yerbas como gramíneas, juncáceas, y ciperáceas. Es complementada con comestibles de origen animal: insectos, arácnidos, pequeños vertebrados.
Aunque, en comparación con otros ratites, tiene alas bien desarrolladas, es inútil de volar, mas lo compensa con ser un enorme corredor, lo que le deja huir de sus depredadores, especialmente el puma (Puma concolor concolor y Puma concolor cabrerae). Del zorro rojo puneño el adulto se defiende con sus afiladas garras que presentan los dedos de sus patas —un arma muy eficaz—, si bien ese cánido acostumbra a atrapar más sencillamente a las crías.
Reproducción
Cada macho dominante tiene un pequeño gineceo con múltiples hembras, a las que defiende de otros machos a través de duras batallas. Estas hembras ponen, de forma polígama, de veinte a treinta huevos al lado del nido; entonces el macho los reúne y por último solo los incuba. En este periodo, el macho se torna muy violento. Los polluelos son nidífugos, y a los pocos minutos prosiguen a su padre, quien asimismo es el único encargado de sus cuidados.
Historia y estado de conservación
Los relatos de los conquistadores españoles apuntan que en la temporada del Imperio incaico, el taxón era propiedad del estado incaico, con lo que la recaudación de sus huevos, y su caza estaba prohibida. Su plumaje solo podía ornamentar las indumentarias de la familia real. Esta protección hacía que la especie fuera rebosante, presentándose en conjuntos de cien a ciento veinte suris.
En el siglo veintiuno, las primordiales amenazas para este taxón lo forman la recolección de sus huevos —con fines alimenticios—, y la caza indiscriminada con el objetivo de conseguir su cuero, plumas, carne (baja en colesterol), y grasa (empleada con fines medicinales).
Este taxón, como su par que asimismo vive en el norte, ha sufrido una radical minoración poblacional, lo que lo ha puesto en grave riesgo de extinción. Es particularmente cazado por las comunidades indígenas, las que en su hábitat están representadas por comunidades aimarás.
Como el entorno arborescente-estepario ofrece un mínimo volumen forrajero, para esta subespecie es esencial la oferta alimenticia que ofrecen los limitados bofedales altiplánicos, mas allá padece la competencia con el ganado familiar y la creciente población de vicuñas.
Esta subespecie está incluida en el apéndice I del CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Conminadas de Fauna y Vegetación Silvestres), con lo que el comercio de individuos o bien sus partes, se deja solo en circunstancias inusuales.
En el Perú, el taxón es considerado en riesgo crítico. El primer censo de los ejemplares peruanos lanzó un total de cuatrocientos cuarenta y siete suris, los que viven en una superficie de diez ochocientos cuarenta y nueve km². En Moquegua viven ciento ochenta y seis suris en un territorio de tres mil trescientos quince km²; en Tacna ciento cincuenta y siete suris en tres mil cuatrocientos ochenta y ocho km²; por último en Castigo habitan ciento cuatro suris en cuatro mil cuarenta y seis km². Las localidades con mayores concentraciones de suris fueron Carumas (Moquegua), Mazo Cruz (Castigo), y Palca (Tacna). 2 viveros se han creado para multiplicar a este taxón: el de la organización sin ánimo de lucro Mallku, y el Centro de Rescate de Humajalso-PELT, en Castigo.
Para su protección se ha conformado la «Red Peruana para la Conservación del suri», integrada por las gerencias de recursos naturales de las 3 zonas, sus municipalidades, universidades, ONG`s, estudiosos, Proyectos Singulares, comunidades de su hábitat, y también Inrena (Instituto Nacional de Recursos Naturales).