CaracterÃsticas de la Rana Gigante del Lago Titicaca
- Glándulas cutáneas: Al igual que otros anfibios, posee glándulas cutáneas que secretan sustancias mucosas. Estas glándulas desempeñan un papel en la regulación del agua y la protección contra patógenos.
- Extremidades palmeadas: Tiene extremidades palmeadas, lo que le permite moverse con mayor eficacia en el agua. Esta caracterÃstica está adaptada para su estilo de vida acuático.
- Ojos prominentes: Sus ojos son relativamente grandes y están ubicados en la parte superior de su cabeza. Esto es útil para detectar presas y depredadores en su entorno acuático.
- Vocalización única: La Telmatobius culeus es conocida por su vocalización distintiva, que se asemeja a un ronquido o a un sonido similar al de una oveja. Estas vocalizaciones desempeñan un papel en la comunicación entre individuos.
- Adaptaciones a la altitud: Es capaz de habitar en altitudes elevadas, donde las condiciones ambientales pueden ser desafiantes. Sus adaptaciones le permiten sobrevivir en lugares con menor disponibilidad de oxÃgeno.
- Metabolismo lento: Debido a su estilo de vida acuático y las condiciones en las que habita, la Telmatobius culeus tiende a tener un metabolismo más lento en comparación con algunos otros anfibios.
Alimentación de la Telmatobius culeus
La alimentación de la Rana Gigante del Lago Titicaca se compone principalmente de insectos acuáticos como libélulas, escarabajos y larvas, que son detectados gracias a su aguda vista y a su rápida agilidad en el agua.
Además de los insectos, esta rana se alimenta de pequeños peces, aprovechando su boca amplia y poderosa para atrapar y consumir presas de mayor tamaño en relación a su cuerpo.
Las extremidades palmeadas de la rana le otorgan la habilidad de nadar con eficiencia, lo que le permite perseguir y capturar presas con facilidad. Su piel rugosa y las glándulas cutáneas contribuyen a la regulación de lÃquidos y a la protección contra patógenos, caracterÃsticas esenciales para su estrategia de alimentación.
Rreproducción de la Rana Gigante del Lago Titicaca
El proceso de reproducción de la Rana Gigante del Lago Titicaca está Ãntimamente ligado a las condiciones únicas de su entorno. Durante ciertas épocas del año, estas ranas se reúnen en las aguas tranquilas del lago para llevar a cabo su ciclo de reproducción.
Uno de los comportamientos más notables es su distintivo llamado vocal, que desempeña un papel fundamental en la atracción de parejas. Los machos emiten estos llamados caracterÃsticos para atraer a las hembras y establecer conexiones en el contexto de apareamiento.
La amplexación es una etapa clave en el proceso de apareamiento. Durante este comportamiento, el macho abraza a la hembra desde la espalda en un abrazo llamativo. Este abrazo puede durar varios dÃas y es esencial para la transferencia exitosa de esperma al cuerpo de la hembra.
Una vez que la hembra ha sido fecundada, deposita sus huevos en masas gelatinosas que se adhieren a las rocas sumergidas en el lago. Estos huevos ofrecen una protección inicial a los embriones en desarrollo.
Los renacuajos emergen de los huevos y se desarrollan en un medio acuático seguro. Su transición de renacuajo a rana es un proceso que toma tiempo y esfuerzo, pero finalmente, estas pequeñas crÃas se transforman en ranas jóvenes listas para enfrentar los desafÃos del mundo acuático.
Hábitat de la Rana Gigante del Lago Titicaca
El hábitat de la Rana Gigante del Lago Titicaca se caracteriza por su preferencia por aguas dulces y frÃas. Suele habitar en ecosistemas lacustres de gran altitud, lo que demuestra su capacidad para sobrevivir en condiciones ambientales únicas.
Estas ranas suelen encontrarse en áreas con aguas tranquilas, donde pueden aprovechar al máximo su estilo de vida semiacuático. Además, tienen una predilección por hábitats con vegetación acuática sumergida, ya que esto les proporciona escondites y zonas de caza.
La profundidad del agua es un factor crucial en su hábitat. Se encuentran en áreas que van desde aguas poco profundas hasta profundidades considerables. Esta adaptación a diferentes profundidades les permite explorar y utilizar múltiples niveles del ecosistema acuático.
La presencia de rocas en el hábitat también es esencial para la Rana Gigante del Lago Titicaca. Estas rocas proporcionan refugio, sitios de reproducción y zonas para descansar. La combinación de áreas rocosas y vegetación sumergida crea un entorno diverso y rico en recursos para estas ranas.
¿Qué población existe de la Rana Gigante del Lago Titicaca?
Antes, la Rana Gigante del Lago Titicaca era común, pero su población ha experimentado un declive alarmante, situándola en una situación amenazada. En 1994, se calculó que habÃa aproximadamente 75 millones de individuos en el lago Titicaca. En febrero de 2001, durante la temporada de lluvias, un conteo visual en 53 transectos distribuidos en ocho ubicaciones del lado peruano del lago reveló una estimación de 26.5 millones de individuos en ese lado, y un total de 51 millones en todo el lago. Una encuesta similar realizada en julio-agosto de 2001, en plena estación seca, estimó nueve millones de individuos en el lado peruano y 17 millones en toda la extensión del lago.
A pesar de que estimaciones anteriores asumÃan una distribución uniforme de las ranas en todo el lago, estimaciones más recientes no pueden extrapolarse con confianza debido a las variaciones en densidades en diferentes áreas del lago. El Titicaca es tan vasto y presenta una diversidad de hábitats que censar con precisión resulta desafiante. Entrevistas realizadas en 2009 indicaron que el 68% de los encuestados encontraba más difÃcil avistar ranas grandes, lo que sugiere una baja tasa de supervivencia de individuos adultos y juveniles.
Información de pescadores locales respalda la observación de una disminución en poblaciones silvestres. En 2011, encuestas remotas en seis ubicaciones al noroeste de la penÃnsula de Copacabana estimaron 575,000 individuos adultos y 1,630,000 juveniles por kilómetro cuadrado. Monitoreos entre 2009 y 2016 señalan decrementos en poblaciones tanto en el Lago Mayor como en el Lago Menor. Censos en el lado boliviano detectaron alrededor del 3% de la población muerta.
Eventos de mortalidad masiva ocurrieron en el Lago Menor en 2009, 2011 y 2015. En abril de 2015, los censos mostraron 106 individuos muertos en menos de cinco minutos. En octubre de 2015, un área de 300 km² del Lago Menor evidenció el 100% de las ranas muertas. Otro evento similar aconteció en octubre de 2016, esta vez en el lado peruano, donde se hallaron cerca de 10,000 individuos muertos. La estructura poblacional suele consistir en un 60% de subadultos y ranas adultas pequeñas, un 30% de metamorfos y juveniles, y un 5% de adultos grandes, aunque esta distribución varÃa según el área.
Se estima que la población habrá disminuido en más del 50% durante tres generaciones (42 años, 1994-2036) debido a la combinación de la pérdida y degradación del hábitat, la sobreexplotación, el cambio climático y la quitridiomicosis.
Localización geográfica de la Telmatobius culeus
Esta especie se encuentra exclusivamente en el Lago Titicaca, ubicado en la frontera de Perú y Bolivia. Además, se ha registrado su presencia en cuerpos de agua cercanos como el Lago Saracocha, Lago Umayo, Lago Chajchora, Laguna Arapa, el RÃo Ilave y la Laguna de Alonso. Su hábitat se extiende a una altitud de 3,810 metros sobre el nivel del mar, y su extensión de ocurrencia (EOO) abarca 18,563 km². Esta área se considera como una ubicación singular y se encuentra bajo amenaza.
¿Por qué la Rana Gigante del Lago Titicaca está en peligro de extinción?
La Rana Gigante del Lago Titicaca fue catalogada como En Peligro CrÃtico en 2004 debido a una alarmante disminución del 80% en su población durante los diez años anteriores (1994-2004). Desde entonces, la salud del lago Titicaca ha empeorado, lo que genera sospechas de que no solo han continuado las disminuciones en la población de esta especie, sino que estas están en curso y se prevé que persistan. Las amenazas que enfrenta esta rana incluyen la sobreexplotación, la degradación del hábitat debido a la extracción de agua, la sedimentación y la contaminación por aguas domésticas, industriales y agrÃcolas, además de la depredación por especies introducidas y los potenciales efectos del hongo quÃtrido.
En zonas como el Lago Menor en el lado boliviano, más del 90% de la población ha desaparecido. Utilizando un marco temporal desde 1994, se estima que en más de tres generaciones (42 años; 1994-2036), la población experimentará una reducción de al menos el 50%. Aunque la duración de la generación se revisó de cinco a 14 años, debido a la gravedad de las amenazas y la constante disminución poblacional, esta modificación sigue siendo válida.
Las principales amenazas incluyen sobreexplotación no regulada de adultos, extracción y sedimentación de agua, contaminación de aguas domésticas, industriales y agrÃcolas. La contaminación se agrava en cinco municipios de la cuenca boliviana, que descargan sus desechos en el Lago Menor. La minerÃa en algunas áreas también afecta la calidad del agua.
La rana enfrenta infecciones por hongos y ranavirus. El comercio ilegal podrÃa estar propagando el hongo quÃtrido. La acuicultura y especies introducidas como la trucha arcoÃris y el pejerrey, además de la competencia y depredación, afectan su hábitat. La contaminación por combustible de lanchas, el cambio climático y la captura incidental también son amenazas.
La adaptación al cambio climático, la regulación de la pesca y acuicultura, la conservación del hábitat y esfuerzos de manejo son vitales para la supervivencia de esta especie única.
Usos de la Rana Gigante del Lago Titicaca
Esta especie enfrenta una captura frecuente tanto para alimentación como para uso medicinal. En Perú y Bolivia, se la emplea como afrodisÃaco y para tratar diversos problemas de salud, como pérdida de memoria, impotencia y asma. Su comercialización abarca diversas formas: fresca, seca, como cuero, jugo o harina. Una nueva tendencia de tráfico implica la venta de ranas secas, más difÃciles de detectar en inspecciones según el SERFOR de Puno. Su consumo varÃa; en Lima, se preparan en batidos, mientras que en Cusco predominan en sopas. En áreas turÃsticas, se ofrecen caderas y patas como plato exótico.
Un análisis de 28 comunidades alrededor del lago Titicaca estimó que se consumen 27,548 ranas anualmente. Se extraen en promedio 3,354 ranas al mes (40,248 ranas al año) para consumo humano y medicina tradicional en Bolivia. Se estima que más de 15,000 individuos al año se utilizan en la elaboración de ancas de rana. En 2013, el diario boliviano Opinión reportó la comercialización de jugo de rana en El Alto. El consumo de esta especie puede representar un riesgo para la salud pública debido a la posible exposición a Salmonella.
El incremento de la demanda en ciudades principales ejerce mayor presión sobre la población. Se ha documentado comercio en El Alto, Bolivia, asà como en mercados de Cusco y Lima, Perú. Las ventas, en su mayorÃa para consumo interno, se han extendido internacionalmente dentro de América Latina y se han reportado casos de caza ilegal para exportación a mercados en Estados Unidos, Canadá, Europa, Brasil y Japón.
La demanda creciente y el comercio ilegal plantean un desafÃo para la conservación de esta especie. Medidas de regulación y educación son esenciales para garantizar su supervivencia y bienestar.
Medidas de conservación para la Telmatobius culeus
Acciones de conservación
Está presente en la Reserva Nacional Titicaca (TNR), aunque esta área resulta insuficiente para lograr una conservación efectiva. Dentro de la TNR se enfrentan varios problemas ambientales:
a) Disposición inadecuada de desechos sólidos en áreas cercanas a Uros Chulluini, Carata y Kapy-Uros. b) Vertido de aguas residuales en la desembocadura del RÃo Coata. c) Presencia de ganado sin autorización. d) Pesca informal en un tramo del RÃo Huile.
En 2007, el Zoológico de Denver inició un proyecto en colaboración con la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), con el propósito de conservar la rana de agua del Titicaca. Este proyecto involucra diversas acciones como la detección de hongos quÃtridos y otras enfermedades en las ranas, análisis genéticos, apoyo en estudios del lago y los mercados, y una campaña educativa para cambiar actitudes y comportamientos locales que amenazan la supervivencia de esta especie. En 2010 se llevó a cabo el primer taller para la creación del «Plan Nacional de Conservación de la Rana Titicaca en Perú».
Desde el 2012, el Zoológico de Denver y la Reserva Nacional del Titicaca establecieron una colaboración, plasmada en una carta de entendimiento, para realizar proyectos conjuntos de investigación, monitoreo y educación ambiental. En 2015, el Zoológico de Denver y el Gobierno Regional de Puno firmaron un memorando de entendimiento para trabajar juntos en el monitoreo de la población peruana de esta especie.
A partir de 2016, el Zoológico de Denver, junto con otras instituciones, incluyendo la Reserva Nacional del Titicaca, el Gobierno Regional de Puno y el Grupo Especialista en Anfibios de la CSE de la UICN, colaboran con diversas entidades para concienciar sobre la ilegalidad del uso de esta especie en extractos medicinales.
En 2015, se implementó un programa de monitoreo en distintos sitios del lago Titicaca, que se sigue de manera regular. En febrero de 2016, un proyecto piloto para la conservación ex situ transfirió a instalaciones a 70 individuos provenientes del Lago Menor (Guaqui) y Lago Mayor (Isla de la Luna). Este proyecto también incluyó investigaciones sobre la historia natural de la especie, el estado de la población y los efectos del hongo Batrachochytrium dendrobatidis.
Aunque los intentos iniciales de crÃa en cautividad enfrentaron dificultades, los esfuerzos liderados por el Zoológico de Denver, la UPCH y el Parque Zoológico Huachipa han logrado producir individuos nacidos en cautiverio, principalmente con fines educativos y de sensibilización. Además, el Museo de Historia Natural Alcide D’Orbigny en Bolivia ha tenido éxito en la crÃa en cautividad con fines de conservación y reintroducción. Estas iniciativas de crÃa en cautividad comenzaron en 2008 en el Laboratorio de Vida Silvestre UPCH con individuos incautados. Con la colaboración del HZP en Lima, la primera pareja logró reproducirse exitosamente en 2010. En noviembre de 2015, el Zoológico de Denver recibió 20 ranas del lago Titicaca del HZP con el objetivo de estudiar su comportamiento y aumentar su población.
Acciones basadas en polÃticas
En el 2012, el gobierno de Puno estableció mediante una ordenanza que esta especie es un atractivo turÃstico en la región del Lago Titicaca. Desde el 2016, se ha centrado en acciones dirigidas a promover la conservación de la Rana de Agua del Titicaca a través de los Gabinetes Ministeriales Binacionales Perú-Bolivia. En este esfuerzo conjunto, se aprobó en 2018 el «Plan de Acción Binacional para la Conservación de la Rana Acuática del Titicaca (Telmatobius culeus) y el ZampullÃn del Titicaca (Rollandia microptera)» que establece acciones prioritarias para mejorar la conservación de la especie. Estas acciones incluyen la reducción del tráfico ilegal, el control de amenazas a la población y la promoción de actividades sostenibles para las comunidades locales. En abril de 2019, el gobierno peruano lanzó una iniciativa para construir 10 nuevas plantas de tratamiento de aguas residuales, reemplazando una instalación existente de 40 años. Además, en una reunión bilateral en junio de 2019, se confirmó la construcción de otras doce plantas de tratamiento de aguas residuales en el lado boliviano del lago, junto con dos estaciones de monitoreo ya instaladas.
Esta especie se encuentra catalogada como En Peligro CrÃtico (CR) en el Perú, contando con protección legal bajo la Categorización en Especies Amenazadas de Fauna Silvestre (Decreto Supremo Nº004-2014-MINAGRI), que prohÃbe su caza, captura, posesión, transporte o exportación con fines comerciales. En Perú, también se está trabajando en la aprobación de la «Estrategia Nacional Contra el Tráfico IlÃcito de Vida Silvestre», que incluye medidas relacionadas con el comercio de esta rana. En Bolivia, también está catalogada como En Peligro CrÃtico en el Libro Rojo de Vertebrados Amenazados y está protegida por la Ley 1333 de Bolivia, que prohÃbe el uso de vida silvestre. Además, está incluida en el Plan de Acción para la Conservación de Anfibios Amenazados de Bolivia (2013-2017). A nivel internacional, la especie se encuentra en el Apéndice I de la CITES, como resultado de la 17ª reunión de la Conferencia de las Partes en la CITES (CoP17) celebrada en septiembre de 2016.
Conservación necesaria
Es esencial implementar medidas para preservar y resguardar los hábitats clave de reproducción (según el Taller de Evaluación de la Lista Roja de Bolivia en 2019). La instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales en ambas orillas del lago es crucial para mitigar los efectos negativos del flujo de aguas residuales en esta rana. Es urgente la ejecución efectiva de la legislación que aborde la problemática de sobreexplotación de la especie. Resulta imperativo establecer tanto a nivel nacional como internacional mecanismos normativos y legislación estricta que prohÃban el movimiento, posesión y utilización de la rana, sus productos, partes o derivados.
Se vuelve fundamental realizar estudios iniciales y complementarios para evaluar el impacto de las cosechas en la población, asà como mantener una vigilancia constante sobre la especie y su hábitat. Se requiere una mayor profundización en el conocimiento de su biologÃa, el estado poblacional, el comercio y las amenazas que enfrenta. Estudios adicionales deben seguir las tendencias de las capturas, mientras que la detección del hongo Bd en esta especie justifica el monitoreo cercano y la investigación sobre la tolerancia o resistencia al Bd.
Es necesario continuar con estudios epidemiológicos que evalúen los riesgos potenciales para la salud pública, tanto para quienes manipulan como para quienes consumen a esta rana, lo que podrÃa servir para desalentar su utilización. En la 18ª reunión de la Conferencia de las Partes de CITES (CoP18), celebrada en agosto de 2019, se establecieron una serie de acciones concretas, instando a la colaboración entre Perú y Bolivia para llevar a cabo estudios poblacionales de la especie en el lago Titicaca, asà como la identificación y monitoreo del comercio ilÃcito de especÃmenes (CITES 2019).