Hábitat del Picaflor de Arica
La especie habita en pequeños parches remanentes de matorrales nativos en los valles desérticos de los rÃos hasta 750 m, pero ocasionalmente se reportan aves por encima de los 2,000 my una vez tan alto como 3,000 m (J. FjeldsÃ¥ in litt . 1999, Estades 2007). Migra altitudinalmente y puede requerir vegetación bastante continua a lo largo de los rÃos para realizar tales movimientos (Howell y Webb 1995).. Estades et al . (2007) observaron estrellas de madera alimentándose de las flores de árboles nativos como el chañar ( Geoffroea decorticans ) y el pimiento ( Schinusmolle ), asà como ornamentales como Lantana camara , Pelargonium spp. y Bougainvillea sp. y plantas de cultivo como alfalfa ( Medicago sativa ), ajo, cebolla ( Allium spp.) y tomate ( Lycopersicon esculentum ). Señalaron que las especies favorecidas tienen flores entomófilas en lugar de flores ornitófilas tÃpicas (Estades et al . 2007). A menudo se ha informado de que la especie se alimenta en jardines, particularmente en flores de Lantana e Hibiscus (FjeldsÃ¥ y Krabbe 1990), pero es comparativamente raro en tales hábitats (Howell y Webb 1995). Utiliza frutales para la alimentación ( Citrus spp.) Y anidación (olivos) (C. Estades in litt.2007 ). A pesar del gran número que antes se veÃa alimentándose en árboles en flor, suele ser un comedero solitario. Se han encontrado nidos activos en abril, mayo, finales de agosto y septiembre y parece haber dos picos anuales en la actividad reproductiva (Estades 2007, Estades et al . 2007). Es probable que los machos muestren leks. Los territorios de cortejo se ubican sobre densos matorrales que ahora son escasos en Azapa y VÃtor (Clark et al . 2013).
¿Qué población existe del Picaflor de Arica?
Los recuentos recientes de 2010-2015 han producido estimaciones de entre 405 y 592 individuos (Lazzoni Traversaro 2015, Yañez 2016), lo que equivale aproximadamente a 270 a 395 individuos maduros.
Localización geográfica del Eulidia yarrellii
Se conoce que Eulidia yarrellii solo se reproduce regularmente en los valles de Azapa, Chaca (Vitor) y Camarones, departamento de Arica, extremo norte de Chile (Estades 2007, A. Jaramillo in litt . 2014). Se han encontrado rezagados al norte de Tacna y posiblemente departamentos de Moquegua, sur de Perúy existe un registro histórico tan al sur como al norte de la provincia de Antofagasta; sin embargo, no hay registros recientes para Perú (Estades 2007). Se describió como muy común en la primera mitad del siglo XX, con más de 100 individuos vistos alimentándose juntos. A fines de la década de 1980, la especie se observó como común en los jardines de Arica y regular en el Valle de Lluta; sin embargo, desde entonces ha desaparecido de estas áreas, y ahora es raro en el Valle de Azapa, donde alguna vez fue regular y común (Estades 2007, A. Jaramillo in litt . 2014). En 2003, el valle de Azapa albergaba alrededor del 75% de la población total, que se estimaba en alrededor de 1.500 individuos (Estades 2007)., mientras que en 2007 la población total se estimó en alrededor de 1.200 individuos (55% en Azapa y 45% en Chaca) (C. F. Estades in litt. 2007). Sin embargo, recuentos recientes de 2010-2015 sugieren que la población ha disminuido desde entonces a alrededor de 500 individuos (D. Lebbin in litt.2012, Lazzoni Traversaro 2015, Yañez 2016). Las estimaciones de población han demostrado que las poblaciones de Azapa y Chaca se han reducido en un 15,6% anual (81,6%) en 10 años (CF Estades in litt. 2013). Aunque la tasa de disminución parece haber disminuido en los últimos años, los recuentos de población entre 2003 y 2015 (Lazzoni Traversaro 2015, Yañez 2016) indican que la población probablemente ha experimentado una reducción de aproximadamente el 80% en las últimas tres generaciones. Las búsquedas mensuales de la especie en todos los valles de Tacna (sur de Perú) durante 2008-2009 no arrojaron ningún registro de esta especie (N. Hidalgo in litt . 2013). Se ha especulado que la especie podrÃa perderse del Valle de Azapa en una década y que la especie podrÃa enfrentar la extinción en dos décadas (A. Jaramillo in litt . 2014).
¿Por qué el Picaflor de Arica está en peligro crÃtico de extinción?
Esta especie está clasificada como en peligro crÃtico según la evidencia de que ha sufrido una disminución de población extremadamente rápida. Ahora se requieren investigaciones urgentes y acciones de conservación especÃficas para comprender, detener y revertir este declive.
El hábitat nativo restante en los valles estrechos y densamente cultivados habitados por la especie se limita a pequeños parches, y las plantas autóctonas favorecidas pueden estar gravemente amenazadas. Los densos matorrales, posiblemente utilizados como territorios de cortejo, ahora son escasos debido a la expansión de las actividades agrÃcolas en Azapa y VÃtor (Clark et al . 2013). Aunque se ha adaptado al uso de plantas introducidas, la presencia de ciertas especies nativas todavÃa puede ser un factor limitante (Estades 2007). El árbol chañar Geoffroea decorticanspuede ser un recurso alimenticio importante, pero a menudo es destruido por los agricultores que lo consideran invasivo y creen que atrae a los ratones (Estades 2007). Los pesticidas comenzaron a usarse mucho en el valle de Azapa en la década de 1960 con el fin de controlar la mosca de la fruta del Mediterráneo y otras plagas de cultivos, pero como la cola de carnero peruana Thaumastura cora no ha sufrido disminuciones similares, esta puede no ser la causa principal de esta especie. declive (Estades 2007). Se ha sugerido que la competencia con Sheartail peruano es una amenaza potencial (Estades et al.2007 , C. Estades in litt.2007 , SNG Howell in litt.2007 , Clark et al.2013 ). Un estudio reciente que examinó las interacciones entre las dos especies encontró que la superposición de nichos de alimentos es relativamente baja y que E. yarrellii domina a T. cora en las interacciones territoriales macho-macho. Sin embargo, los costos energéticos potencialmente mayores para E. yarrellii asociados con las frecuentes persecuciones territoriales y el cortejo con sheartails pueden exacerbar los efectos de otras amenazas en E. yarrellii (van Dongen et al. 2013). La hibridación también es una amenaza potencial; Se encontró un hÃbrido macho de las dos especies en el valle de Azapa, donde la Sheartail peruana es común y la Woodstar chilena rara, y se ha encontrado un bajo nivel de hibridación entre las dos especies (Clark et al.. 2013, van Dongen et. Alabama. 2013). Es probable que las diversas amenazas de destrucción del hábitat, uso de pesticidas y competencia con otros colibrÃes sean sinérgicas en sus impactos sobre la especie (PL Gonzalez-Gomez in litt . 2014) .
Medidas de conservación para el Eulidia yarrellii
Acciones de conservación en curso
Apéndice II de CITES. Todas las exportaciones de colibrÃes de Perú y Chile están controladas. En 2004 se aprobó un plan de diez años de recuperación de especies que incluÃa planes para una campaña de concientización pública, un estudio de competencia entre Woodstar y Sheartail peruano, un programa de monitoreo poblacional permanente, restauración de la vegetación natural en los valles de Azapa y Lluta, incorporación de su conservación en la agenda del comité local de Buenas Prácticas AgrÃcolas y un estudio de la viabilidad de un proyecto de conservación ex-situ y reintroducción en áreas adecuadas dentro del rango histórico (Estades 2007, Estades et al . 2007). Se ha intentado proporcionar comederos artificiales para la especie; sin embargo, se mostró reacio a usarlos y otras especies de colibrÃes desplazaron a E. yarrellii a través de su monopolización del nuevo recurso (PL González-Gómez in litt . 2014). Hay planes para crear una red de pequeñas reservas para proteger el hábitat utilizado por la especie para lekking y reproducción; Ahora se han creado dos pequeñas reservas: la Estación Biológica Chaca en el Valle de Vitor y la Estación Biológica El Rápido en el Valle de Azapa (Lebbin 2013, Yañez 2016, Almendras sin fecha). La restauración del hábitat de prueba en un sitio en el valle de Chaca fue exitosa, y la especie utilizó el hábitat restaurado para la reproducción (Yañez 2016). Se ha realizado algún trabajo para crear conciencia sobre la conservación de la especie entre el público, particularmente en las escuelas (Yañez 2016).
Acciones de conservación propuestas
Investigar la estructura genética de las poblaciones. Realizar la restauración del hábitat en los valles de Lluta, Chaca y Azapa, asegurando que se siembren especies cuyas flores son visitadas regularmente por E. yarrellii (PL Gonzalez-Gomez in litt. 2014). Continuar con el monitoreo de la población, como se detalla en el plan de recuperación de especies. Limitar la cantidad de pesticidas usados ​​en los valles de Azapa y Chaca. Investigar los efectos de las interacciones territoriales entre Woodstar chileno y Sheartail peruano (Clark et al . 2013). Trabajo de ampliación para concienciar sobre la especie entre el público en general (Yañez 2016). Continuar con la planificación de una red de pequeñas reservas para proteger el hábitat utilizado por la especie.