El lobo itálico o bien italiano (Canis lupus italicus) es una subespecie de lobo (Canis lupus) endémica hasta hace poco tiempo de la Península Itálica. Últimamente no era considerada como subespecie mas estudios genéticos actuales probaron ciertas peculiaridades que la distinguen del resto de subespecies de lobo euroasiático (Canis lupus lupus).
Expansión de la especie
A inicios de la década de los setenta se calcula quedaban en torno a cien lobos en estado salvaje en Italia recluidos esencialmente en los Apeninos, desde ese instante y merced a las medidas proteccionistas de las autoridades locales y de los organismos internacionales la raza ha experimentado una restauración sorprendente con un desarrollo superior al siete por ciento anual, que ha hecho que su población de lobos en Italia actualmente se ubique entre los mil seiscientos y los mil novecientos ejemplares y se expanda por toda la cordillera y el norte del país. Asimismo los lobos han vuelto a ser vistos con determinada frecuencia en los Alpes, atravesando la frontera que aparta Italia de Francia llegando a Suiza asimismo, lo que ha supuesto la vuelta del lobo a Francia tras prácticamente cien años de inexistencia. Sin embargo a los dos lados de la frontera a veces se generan ataques al ganado lo que ha hecho a las autoridades francesas permitir la caza de ciertos ejemplares para intentar evitarlos, lo que daña la posible expansión de la especie. La expansión por Francia no queda en los Alpes, puesto que por prácticamente todo el sur se tiene perseverancia de existencia de ciertos ejemplares de lobos, llegando a apreciarse su presencia en los Pirineos. En Francia en el febrero de dos mil dieciseis se estimaban unos trescientos ejemplares.
El lobo italiano en España
En mil novecientos noventa y nueve se tiene perseverancia de la posible presencia de lobos en la Sierra del Cadí, desde ese instante ciertos ataques que padece el ganado de la zona se prueban haber sido realizados seguramente por lobos, lo que motivó que las autoridades locales y abundantes científicos y naturalistas independientes tratasen de determinar la existencia o bien no de lobos en la zona, cuantificarlos y estudiar su posible procedencia. Se recogieron muestras biológicas, se instalaron trampas fotográficas y se rastrearon numerosas zonas obteniéndose resultados positivos, singularmente las huellas y fotografías confirmaron que en la zona había lobos. Las investigaciones para descubrir su procedencia se centraron en examinar genéticamente las muestras biológicas encontradas , heces y pelos entre otras muchas, las que descartaron que fuesen ejemplares híbridos con perros salvajes o bien que procediesen de alguna suelta ilegal, algo que se pensó por las peculiaridades morfológicas de uno de los ejemplares retratados que se semejaba a los lobos de las zonas norteñas. El resultado de los análisis resultó sorprendente puesto que no procedían de las poblaciones noroccidentales de la Península, en consecuencia no eran lobos ibéricos (canis lupus signatus) , tampoco eran lobos soltados a propósito procedente del norte de Europa, sino eran lobos llegados de Italia pertenecientes a la subespecie (canis lupus italicus) notándose que ciertos ejemplares controlados por los restos genéticos en el Pirineo habían sido identificados en años precedentes en el sur de Francia a múltiples cientos y cientos de quilómetros del Pirineo De España, lo que probaba la expansión del lobo desde Italia hasta España en cuestión de pocos años. En nuestros días las muestras encontradas han tolerado identificar a trece individuos diferentes, aunque no se tiene perseverancia del asentamiento de una manada en la zona.
Hibridación con el cánido
Es usual localizar referencias cara el lobo italiano que realmente no se refieran a esta especie en su estado salvaje. Desde mil novecientos sesenta y seis, en que se realizó el cruce entre una loba salvaje y un pastor alemán, hay una raza de perros no reconocida a nivel internacional llamada can lobo italiano que aunque genéticamente lleva una parte del lobo salvaje, su cría en cautividad y su empleo familiar le proporcionan condición de cánido. Estos animales, que hoy día serían sutilmente más de quinientos, son empleados por guardabosques italianos dada su reconocida resistencia y carácter afable cara las personas con las que trabajan.
No es la primera vez que se efectúan esta clase de cruces de forma intencionada, en la vieja Checoslovaquia en mil novecientos cincuenta y cinco se efectuó del mismo modo de forma exitosa el cruce entre lobos provenientes de los Cárpatos y pastores alemanes dando como resultado el can lobo checoslovaco. Hoy en día en Italia hay un organismo para la protección de esta nueva raza.