Foca Monje del Mediterráneo

Monachus monachus
  • Nombre Científico: MONACHUS MONACHUS
  • Clasificación: Mamíferos
  • Longitud: hasta 260 cm
  • Peso: hasta 280 kg
  • Alimentación: Carnívoro
  • Reproducción: Vivíparo

Características de la Foca Monje del Mediterráneo

  • Su pelaje es de color marrón oscuro o negro, con manchas más claras en el vientre y alrededor de los ojos.
  • Tiene un cuerpo alargado y fusiforme, con una cabeza grande y redondeada.
  • Los machos tienen una cabeza más grande y una nariz más prominente que las hembras.
  • Es un animal solitario, que suele vivir en zonas costeras aisladas y poco accesibles.
  • Es un excelente nadador, capaz de bucear a profundidades de hasta 300 metros y permanecer bajo el agua durante más de 20 minutos.
  • La Foca monje del mediterráneo es muy importante desde el punto de vista ecológico, ya que ayuda a mantener el equilibrio en los ecosistemas marinos en los que vive.

Alimentación del Monachus monachus

La alimentación de la foca monje del Mediterráneo es principalmente a base de pescado. Entre las especies que suele consumir se encuentran el sargo, la dorada, el lenguado, el jurel y la caballa. También pueden alimentarse de cefalópodos, como el calamar y la sepia, y crustáceos, como el langostino y la gamba.

Para conseguir su alimento, el Monachus monachus tienen que bucear a profundidades considerables. Estas focas son excelentes nadadoras, capaces de bucear hasta 300 metros de profundidad y permanecer bajo el agua durante más de 20 minutos. Su cuerpo alargado y fusiforme, les permite desplazarse con facilidad y rapidez en el agua.

Es un animal solitario, por lo que cada individuo debe buscar su propia comida. Aunque en ocasiones, se han observado grupos de varias focas alimentándose en la misma zona.

Es importante destacar que la alimentación de la foca monje del Mediterráneo está directamente relacionada con la salud de los ecosistemas marinos. Como depredador tope, esta especie es fundamental para mantener el equilibrio en las cadenas tróficas marinas. Su presencia en las costas del Mediterráneo es un indicador de la buena salud del ecosistema y, por tanto, es esencial para la conservación de la biodiversidad.

Reproducción de la Foca Monje del Mediterráneo

Durante la temporada de apareamiento, los machos compiten por las hembras a través de vocalizaciones y peleas. Los machos suelen ser más grandes que las hembras y tienen una cabeza más grande y una nariz más prominente.

Una vez que se forma una pareja, los machos acompañan a las hembras durante todo el proceso de gestación, que dura alrededor de 11 meses. Durante este tiempo, las hembras permanecen en tierra firme y construyen nidos improvisados con rocas y arena para proteger a sus crías recién nacidas.

Al nacer, las crías pesan alrededor de 15 kilogramos y miden cerca de un metro de largo. Durante los primeros días de vida, las crías se alimentan exclusivamente de leche materna, que les proporciona todos los nutrientes que necesitan para crecer y desarrollarse.

Las hembras cuidan a sus crías durante aproximadamente un mes, hasta que son lo suficientemente fuertes como para nadar y buscar alimento por sí mismas. Durante este tiempo, las focas monje del Mediterráneo pueden estar en un estado de semi-hibernación, reduciendo su actividad y manteniéndose cerca de sus crías para protegerlas.

La foca monje del Mediterráneo es una especie muy vulnerable debido a su baja tasa de reproducción y la pérdida de su hábitat natural.

Hábitat del Monachus monachus

El hábitat de la foca monje del Mediterráneo se compone principalmente de áreas costeras rocosas y playas de arena, donde las focas pueden descansar y dar a luz a sus crías. También se pueden encontrar en cuevas y grietas en las rocas, donde pueden refugiarse de los depredadores y del clima adverso.

Es una especie que prefiere vivir en aguas tranquilas y poco profundas, y se mueve a lo largo de la costa para buscar alimento y descansar. A menudo se pueden ver descansando en las playas y en las rocas cerca de la orilla, tomando el sol y disfrutando del cálido clima mediterráneo.

Sin embargo, el hábitat de la foca monje del Mediterráneo está en peligro debido a la actividad humana, como la urbanización, la contaminación y la pesca.

Monachus monachus

¿Qué población existe de la Foca Monje del Mediterráneo?

La foca monje del Mediterráneo, que solía ser abundante, ha desaparecido de la mayoría de su área de distribución anterior. Durante el último siglo, la población mundial disminuyó, principalmente hace más de tres generaciones. Afortunadamente, las medidas de conservación de los últimos 30 años han ayudado a detener la disminución y hay evidencia de pequeños aumentos recientes en todas las subpoblaciones conocidas. Sin embargo, no está claro si estos aumentos continuarán en el futuro.

La población de la foca monje del Mediterráneo sigue siendo muy pequeña y enfrenta muchas amenazas. Es una de las especies de pinnípedos más amenazadas del mundo, con solo 600-700 animales en la población, de los cuales se estima que 350-450 son individuos maduros. La población se ha fragmentado en 3-4 subpoblaciones, siendo la más grande la del Mar Mediterráneo oriental, con 350-450 individuos, de los cuales 300-400 viven en Grecia y alrededor de 100 en Turquía.

Su segunda subpoblación más grande se encuentra en el área de Cabo Blanco, donde habitan aproximadamente 220 focas monje adultas y subadultas. A principios de la década de 1990, esta subpoblación se estimaba en alrededor de 317 focas, pero un evento de mortalidad masiva en 1997 redujo el número a casi un tercio. La tercera subpoblación se encuentra en el archipiélago de Madeira, donde hay alrededor de 40 focas. Se desconoce el número de focas monje que aún podrían sobrevivir en las costas mediterráneas del este de Marruecos.

Localización geográfica de la Monachus monachus

La foca monje del Mediterráneo estuvo alguna vez distribuida amplia y continuamente en los mares Mediterráneo y Negro, y en las aguas del Atlántico norte desde Marruecos hasta Cabo Blanco, incluidas las Islas Canarias, las Islas Madeira y las Azores. Se han registrado algunos individuos en Senegal, Gambia y las islas de Cabo Verde en el extremo sur, así como en Portugal y la Francia atlántica en el extremo norte de la distribución de la especie, pero el origen de estos individuos son desconocidos.

Actualmente, la distribución de la foca monje del Mediterráneo está muy fragmentada y consta de 3 a 4 subpoblaciones aisladas. En el mar Mediterráneo, el bastión de la especie se encuentra en las islas de los mares Jónico y Egeo, y a lo largo de las costas de Grecia continental, Chipre y el oeste y sur de Turquía. En el Mar Negro de Turquía, se cree que las focas monje del Mediterráneo están extintas desde 1997; algunos individuos aún sobreviven en el Mar de Mármara.

En el Atlántico Norte, existen dos subpoblaciones: una en Cabo Blanco (también conocido como Cap Blanc) en la frontera de Mauritania y Sahara Occidental, y otra en el Archipiélago de Madeira. Un número desconocido de focas monje aún podría sobrevivir en las costas mediterráneas del este de Marruecos, pero sin acciones de conservación y monitoreo sistemáticos continuos, el estado y el destino de esta subpoblación está en duda.

El alcance de la presencia de focas monje del Mediterráneo es de aproximadamente 5.000.000 km² y el área de ocupación es de 315.000 km².

Mapa de rango geográfico para la Foca Monje del Mediterráneo

¿Por qué la Foca Monje del Mediterráneo está en peligro de extinción?

La Foca Monje del Mediterráneo (Monachus monachus) es una especie en peligro crítico de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), lo que significa que se encuentra en un alto riesgo de desaparecer. Esta especie se encuentra en peligro debido a una serie de factores que han afectado su hábitat y su población.

Uno de los principales factores que ha contribuido a la disminución de la población de la Foca Monje del Mediterráneo es la caza furtiva. Desde la época romana, las focas han sido cazadas por su piel, carne y aceite, y hoy en día, la actividad ilegal de la caza furtiva sigue siendo una amenaza importante para la especie. Además, la caza de la foca monje para su uso en la medicina tradicional ha aumentado en algunos países.

Otro factor que afecta la población de la foca monje es la pérdida de su hábitat natural. Las playas y las cuevas costeras donde las focas monje suelen dar a luz y descansar han sido perturbadas por la actividad humana, incluyendo la construcción de puertos, la urbanización y la actividad turística. Además, la contaminación del mar Mediterráneo ha reducido la disponibilidad de alimento para las focas y ha aumentado el riesgo de enfermedades.

La pesca también es una amenaza para la foca monje, ya que a menudo se queda atrapada en las redes de pesca o se queda sin alimento debido a la sobrepesca de sus presas naturales. La falta de alimento y el estrés causado por la caza y la pérdida de hábitat pueden debilitar la salud de las focas, lo que las hace más vulnerables a las enfermedades y las hace menos capaces de sobrevivir y reproducirse.

 

Foca Monje del Mediterráneo

Usos de la Foca Monje del Mediterráneo

En el pasado, las focas monje del Mediterráneo eran cazadas por humanos por su piel, aceite, carne y con fines medicinales.

Medidas de conservación para la Monachus monachus

La Foca Monje del Mediterráneo está protegida por leyes nacionales, tratados regionales e internacionales, así como por regulaciones de la Unión Europea. Hay medidas legislativas, de investigación, gestión y conservación en diferentes áreas para proteger a la especie, como la Reserva Natural de las Islas Desertas en el Archipiélago de Madeira, el Parque Nacional Marino de Alonnisos y las Islas Espóradas del Norte, el área protegida en el norte de Karpathos-Saria y la zona de exclusión de 3 millas en la isla de Gyaros en Grecia, y la reserva participativa que se ha creado para proteger las cuevas de crías de Cabo Población de Foca Monje Blanco.

Esta especie también está mencionada en 102 lugares Natura 2000 de la Unión Europea, y se considera una especie de importancia comunitaria según la Directiva 92/43EEC del Consejo. Hay medidas para sensibilizar a la población humana local sobre la conservación de la foca monje, proteger las cuevas de reproducción, restringir los artes de pesca y reubicar las prácticas de pesca más adversas, y aumentar la capacidad para rehabilitar a las personas enfermas y lesionadas. Además, existen numerosos acuerdos, convenciones y tratados a nivel regional, nacional e internacional, y se han implementado planes de acción para la conservación y gestión de la especie. En Grecia y Turquía, se han desarrollado planes de acción nacionales para la conservación de la foca monje. Las partes del PNUMA han adoptado una nueva estrategia regional para la conservación de la especie.

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